Esta es la historia de Julia, una abuela que luchó contra el Liquen Escleroso Vulvar por amor a sus nietas
Julia, una mujer de 79 años, llegó a la consulta de la Dra. Patricia Gutiérrez Ontalvilla, especialista en el tratamiento de liquen escleroso vulvar, con el corazón roto. Entre lágrimas, le confesó a la doctora que sufre enormemente durante los brotes de esta dolorosa condición. «Cuando tengo un brote, no quiero tener a nadie en mi casa. Solo quiero meterme en la cama y desaparecer,» dijo Julia, sintiéndose consumida por la culpa y la tristeza.
Julia ama profundamente a sus nietas y daría su vida por ellas. Sin embargo, el dolor y la incomodidad del liquen escleroso vulvar la habían llevado a aislarse, evitando las visitas familiares y los momentos de alegría que tanto deseaba compartir. «Me siento como una mala abuela,» confesó, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas. Su deseo de ser la abuela cariñosa y presente que siempre había sido, parecía cada vez más inalcanzable.
El encuentro con la Dra. Patricia Gutiérrez Ontalvilla
La Dra. Patricia Gutiérrez Ontalvilla, reconocida por su innovador Tratamiento Liquenia a base de células madre obtenidas de la grasa de la propia paciente, escuchó atentamente la historia de Julia. Con empatía y profesionalismo, le explicó cómo este tratamiento podría cambiar su vida. El Tratamiento Liquenia ha demostrado ser una solución efectiva para muchas mujeres que, como Julia, sufren en silencio los estragos del liquen escleroso vulvar.
La esperanza comenzó a renacer en el corazón de Julia. Decidió someterse al tratamiento, llena de la esperanza de recuperar su calidad de vida y volver a ser la abuela activa y amorosa que sus nietas conocían y adoraban.
Renacer con el tratamiento con células madre: Liquenia
El proceso fue delicado pero efectivo. La Dra. Gutiérrez Ontalvilla utilizó células madre derivadas de la grasa de Julia para regenerar y reparar los tejidos afectados. Los resultados fueron sorprendentes y, en poco tiempo, Julia comenzó a notar una mejoría significativa. El dolor y la incomodidad disminuyeron, y con ello, su ánimo y energía retornaron.
Hoy, Julia puede disfrutar nuevamente de pasar días enteros con su familia. Jugar con sus nietas, reír y compartir momentos especiales sin el temor de un brote de liquen escleroso vulvar es ahora una realidad. «Me siento viva de nuevo,» afirma Julia con una sonrisa radiante. «Puedo ser la abuela que siempre quise ser.»
La historia de Julia es un testimonio del poder transformador del Tratamiento Liquenia y del compromiso de la Dra. Patricia Gutiérrez Ontalvilla en mejorar la vida de sus pacientes. Si tú o alguien que conoces sufre de liquen escleroso vulvar, no dudes en considerar esta innovadora opción de tratamiento. La vida puede volver a brillar, al igual que lo hizo para Julia.
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